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Hipertensión

Arganzuela 67 - 68 Infantil Especial Masculino


Que la segunda fase se preveía muy igualada y con pronóstico imposible en casi todos los partidos entraba dentro de los planes. Que los encuentros obliguen a revisiones coronarias y a ingesta masiva de infusiones tranquilizantes excede de lo presupuestado.


Es difícil animar en los últimos segundos cuando la garganta está seca como la mojama.

Sería imposible robar panderetas con la tembladera de manos que tenemos al final de los partidos.


Esta vez se multiplicó el dramatismo hasta el máximo posible resolviéndose el marcador en el último segundo, disparándose el medidor arterial a niveles de hipertensión preocupante. Eso sí, lo que eran choques igualados que no sabíamos gestionar y acababan con derrotas han dado paso a triunfos. Al borde del precipicio, sí, pero triunfos. Ser capaces de conseguir que la victoria caiga de nuestro lado en estos encuentros tan parejos hasta el final es un paso muy importante del grupo.


Otra cosa es cuanta parte de responsabilidad tiene nuestra actuación en llegar a esos finales agónicos y tiene bastante: unas veces para bien como en el caso de Torrelodones con un proceder defensivo admirable, otras veces para regular como ante Arganzuela donde buena parte de nuestras dificultades nacieron de nuestra inapetencia atrás en algunas fases.


Lo importante: quien en ambos casos supimos conquistar una triunfa imprescindible en un grupo tremendamente igualado donde cuatro equipos pelean por un acceso directo y dos de play-in. Nunca antes el Tornado había visitado la cancha de Arganzuela. Resultó más pequeña de lo habitual, con poco espacio entre la línea de tres y la banda. El rival supo aprovechar las dimensiones para cerrarse muy bien, apretar fuerte bajo tableros y reducir nuestras posibilidades de anotar en transiciones rápidas.


A esto sumaron su acierto en el tiro de media distancia (mal defendido en varias ocasiones por nuestros chicos que permitieron lanzamientos sin apenas presentar oposición) para presentar una batalla que de inicio parecía improbable. El primer cuarto fue bueno del Juande, especialmente en ataque anotando 26 puntos. Es verdad que se encajaron demasiados (21) pero, al menos, no se cometieron errores no forzados en la ofensiva, algo que después sí pasó. A partir del segundo cuarto el equipo empezó a fallar entregas, a seleccionar peor los tiros y, sobre todo, a perder la lucha bajo el aro. Arganzuela tuvo muchas jugadas con segundas opciones para anotar (quien dice segundas dice incluso quintas).


En el segundo cuarto, los morados recibieron un parcial de 10-0 que dio alas a los locales: se vieron con opciones, creyeron en ellas y no se desmotaron de sus posibilidades hasta el último segundo demostrando que han perdido sus cuatro encuentros pero pueden estrenarse en cualquier momento. La segunda mitad necesitaba de una reacción rápida del Tornado para que la distancia en el marcador no se volviera insalvable.

La defensa individual incrementó su intensidad. Aunque la pelea en el tablero seguía decantada para Arganzuela, les costaba más anotar y, dentro de un cuarto de poco acierto ofensivo de los dos equipos, el Juande supo aprovechar mejor sus penetraciones para acabar el tercer cuarto solo un punto por debajo.


Todo por decidir en el último periodo. Arganzuela se aferraba al partido anotando sus tiros libres mientras nosotros teníamos una hemorragia por la que nos sangraban a borbotones las oportunidades de escaparnos en el marcador. En momentos claves también se cometieron pérdidas que devolvían a Arganzuela a la lucha: por delante, por detrás, tres arriba, tres abajo…


Los últimos minutos requieren de poco análisis porque lo baloncestístico dio paso a lo pasional. El control y el descontrol están ligados por una cuerda muy corta y, esta vez, nuestros chicos supieron sacar rédito al salvavidas que el partido nos ofreció: llegamos al final con el agua al cuello pero se acertó en los momentos finales, en los tiros decisivos, para ganar un partido que también se pudo haber perdido. Fue extenuante para todos.

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