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Nuestro inicios

Allá por 1987 en el colegio público Juan de Austria no existía tradición alguna de baloncesto, sólo equipos sueltos y escasa unidad entre ellos. Un profesor del centro, reorganiza todo el baloncesto consiguen equipos

El CBJA es el sueño hecho realidad de unos pocos locos amantes del baloncesto que, con el paso de los años, han visto cumplido con creces aquello a lo que en sus inicios aspiraban conseguir: ser un referente del baloncesto en Alcalá de Henares. Pero, como todo aquello que echa a caminar, los primeros pasos fueron complicados, duros, por momentos desalentadores, incomprendidos y carentes de cualquier tipo de apoyo que no fuera el que aportaban los propios jugadores o el colegio que nos vio nacer y da nombre a nuestro club: Juan de Austria.


En 1987 la casualidad hizo que Antonio Suárez aterrizara aquí de profesor, simplemente porque eligió el centro educativo que le ofertaban más cerca de su casa: el C.P. Juan de Austria. Y nada más llegar comprobó que en el colegio había una buena tradición de fútbol sala y de balonmano, con equipos de las escuelas municipales, pero no así de baloncesto, el deporte de su vida. Con ayuda de algunos antiguos alumnos (sobre todo Gracia Gallego y Manolo Cubilla), y de otros de 7.º y 8.º de E.G.B. que formaban parte de alguno de los 3 equipos que él entrenaba, consiguieron sacar aquel primer año 9 conjuntos en las competiciones locales, y el Juan de Austria comenzó a hacerse un nombre en el baloncesto complutense.


En septiembre de 1989 era imposible encontrar entrenadores para todos los equipos, pues los que estaban ya no daban más de sí. Las chicas del infantil femenino lo tenían complicado, pues o encontraban un entrenador o el equipo no podía seguir adelante, por lo que pusieron un anuncio en un conocido supermercado del barrio solicitando a alguien que las dirigiera. Y, como caído del cielo, por allí apareció Antonio Rubio, nuestro sempiterno presidente.



La llegada de nuestro "Presi" será fundamental para variar la visión localista que se tenía, ampliar miras y comenzar a pensar como club, al mismo tiempo que explora qué vías de financiación extra se podían conseguir. La incorporación como entrenador y dinamizador de José Ramón González "Chipi", que termina formando un gran equipo junto a Antonio Rubio, permite que el club se plantee metas más elevadas, pues las competiciones locales ya comienzan a quedarse pequeñas.


Paralelamente, y debido a la importancia que el deporte va adquiriendo en la sociedad, el ayuntamiento decide en 1994 construir un pabellón deportivo pegado a la valla del colegio. La consecución de una instalación cubierta supone un nuevo acicate para el club, lo que unido a las buenas generaciones de jugadores que ya comenzamos a tener, nos lleva en la temporada 95-96 a atrevemos a inscribir en la liga de la F.B.M. a nuestro primer equipo federado, un júnior masculino dirigido por Antonio Rubio y José Ramón, que ese mismo año consigue el ascenso a preferente.


Paralelamente, tanto el infantil masculino del pluriempleado José Ramón como el cadete masculino de Fran Ruiz, consiguen ser campeones escolares de la Comunidad de Madrid. En ese momento nos damos cuenta que para progresar hay que estar donde están los mejores, y todas nuestras pretensiones se centran en las competiciones federadas, dejando las municipales para el trabajo de base o para aquellos conjuntos que están en períodos muy iniciales de formación.


La llegada de Ángel Prieto, Javier Morillo y José Manuel Mateos "Mateo", tres personas con un prestigio reconocido en el baloncesto de Alcalá, unido a los jóvenes entrenadores que han sido formado en el propio club, permite conformar a finales de la década de los 90 y primeros años del nuevo milenio un cuerpo técnico con experiencia y, a la vez, con frescura, energía y una capacidad de trabajo, que se traduce en equipos que poco a poco también comienzan a mostrar buenos resultados en la competiciones de la FBM.


Al mismo tiempo, muchos jugadores del club son llamados para las preselecciones y varios a las selecciones de la Comunidad en sus respectivas categorías, y que clubes de ACB o Liga Femenina se fijen en ellos para sus equipos de cantera, lo cual supone una merma competitiva para los intereses del CBJA, pero también un orgullo al ver que nuestra metodología de trabajo da frutos.





Que éramos una fuerza emergente ya lo detectaron también otros, pues la Federación de Baloncesto de Madrid nos concedió, al finalizar la temporada 2000-01, el premio al "Club con mayor progresión de la Comunidad de Madrid", y nosotros, para agradecer el premio y confirmar las expectativas que se iban generando, comenzamos a cosechar los primeros resultados importantes, y a mostrar nuestra presencia en las primeras categorías autonómicas.


Así, van llegando varios hechos importantes en la historia del club, como el ascenso a 1.ª Nacional femenina de las chicas de Ángel Prieto en el año 2002, todo un hito en la historia de nuestro club, pues al final estábamos en la máxima categoría autonómica e interautonómica, pues en aquellos tiempos había desplazamientos también por Castilla La Mancha.


Para no ser menos, los chicos de Mateo hacían lo mismo en la temporada siguiente, proclamándose incluso campeones de 1ª Autonómica. Ese mismo año, el 2003, conseguíamos otros tres hitos pues los chicos del Benjamín 94, dirigidos por Alberto Suárez y Benja Carrascoso fueron campeones de Madrid; los del Benjamín 93, entrenados por David Suárez y Jaime Caballero, subcampeones; y las chicas del Alevín 91, el grupo de Juanjo Zafra y Mariano Leiva, obtenían un excelente 4.º puesto. ¡Casi nada! Lo que venía a demostrar que el baby-básket, aquella idea que había ido dando vueltas en la cabeza de Antonio Rubio y que se fraguó con el primer grupo de niños de 3, 4 y 5 años haciendo algo parecido al baloncesto en el año 1998, iba dando sus frutos, y el minibasket del Juande pasa a ser un fiel reflejo del trabajo previo.


En la temporada siguiente, la 2003-04, el 1.ª Nacional masculino dirigido por Mateo y Juanjo López, llega a disputar el play-off de ascenso a Liga EBA, siendo habitual la presencia de una media de dos centenares de aficionados a sus partidos. Se había conseguido crear, según feliz idea de uno de los jugadores del equipo, la “Cooltura de Club”, pues varios de ellos eran entrenadores de los equipos de base, y estos y sus familias acuden a animar a los partidos de los mayores, por lo que se provoca una sinergia de fuerzas que une a todos los integrantes del club, ya que incluso en los desplazamientos se pueden ver a aficionados alcalaínos que acompañan a los nuestros.

Pero un equipo tan excepcional, que se formó con lo mejor salido del Juande en varias generaciones, también tiene su punto final, aunque la presencia de nuestro club en la primera categoría autonómica durará 7 temporadas, y esperamos que no en mucho tiempo podamos contar que hemos vuelto allí con la misma filosofía: tirando de gente de la casa, y que a ello se pueda sumar también nuestra sección femenina, pues aunque su recorrido ha sido un tanto Guadiana, ya acumula también 5 temporadas en la categoría reina de las autonómicas.





La parte final de la primera década de este siglo provoca una especie de vuelta atrás, en la que en este caso estaba bastante claro para lo que fue: para coger impulso. El foco en esos años se perdió un poco y se centró más en las categorías grandes, y se olvidó un poco lo que siempre fue la esencia del Juande: el mini.


El giro que se dio al planteamiento del club, en el aunque había una importante base en cierto modo la casa se había construido por el tejado, dio un cambio radical a partir de 2010, y el minibasket comenzó a ser el punto fuerte y el que nos ha dado estos últimos años la mayor parte de las alegrías. Nuestra presencia en el Día del Mini ha sido cada vez más importante, y hemos pasado de una sola presencia con subcampeonato incluido en la temporada11/12, gracias al Alevín 00 masculino dirigido por Joaquín Nuñez, a llegar a 4 en la temporada siguiente, otros 4 en la 13/14 con dos campeonatos: Benjamín 05 masculino dirigido por Pablo Vargas y Ricardo Sánchez, y Benjamín 04 femenino también de Joako Núñez. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar, y en la siguiente temporada el Juande certifico un registro que ya había alcanzado el curso anterior, pues consiguió ser el mejor club de toda la Comunidad de Madrid en canasta pequeña. Sus presencias en las finales del minibasket, con 4 títulos, son un registro que costará volver a ver.





Al mismo tiempo, tanto las chicas de 2.ª Autonómica “B” dirigidas por Álvaro Martínez y Emilio Garzón, como las de 1.ª Autonómica de Ángel Alonso y Luis Narro, conseguían el ascenso por lo que nuestro club volvía a la categoría más importante de la región en chicas: 1.ª Nacional.


Podemos decir que el proyecto del C.B. Juan de Austria-Alcalá está más que consolidado, y aunque ha costado más de un cuarto de siglo llegar hasta aquí, no es menos cierto que las ganas y el entusiasmo por hacer bien las cosas siguen intactos, y creemos que hay Juande para rato, pues las instalaciones son cada vez más dignas (comenzando por el pabellón original que sufrió una importante remodelación en 2009) y los medios tanto técnicos como humanos han ido incrementándose de acuerdo con la importancia que el club ha adquirido, tanto en la propia localidad como en el resto de la Comunidad de Madrid. Pese a todo, nuestra filosofía debe seguir siendo la misma: que ningún niño se quede sin jugar al baloncesto. El resto, los éxitos deportivos, aun siendo importantes, siempre ocuparán un segundo escalón en nuestro interés.


Alcalá de Henares, febrero de 2016.



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