Cuarto puesto con sabor a orgullo en la 1ª Autonómica Masculina Serie Plata

El pasado fin de semana se vivió un emocionante desenlace en la fase final de la 1ª Autonómica Masculina Serie Plata, donde nuestro equipo cerró su participación con un meritorio cuarto puesto. Un resultado que, aunque puede parecer agridulce en el corto plazo, representa un paso firme en el crecimiento de un proyecto deportivo construido con paciencia, esfuerzo y mucho corazón.

El primer escollo fue nada menos que el CB Móstoles, anfitrión del evento y un conjunto con amplia experiencia en este tipo de fases decisivas. El ambiente en el pabellón era electrizante, con la afición local empujando a su equipo desde el salto inicial. Sin embargo, los nuestros no se arrugaron y supieron responder con valentía.

Durante buena parte del partido, el marcador se mantuvo igualado. Las defensas intensas, los intercambios de canasta y el ritmo alto fueron una constante. Cada acción era una batalla y cada posesión se disputaba como si fuera la última. El trabajo colectivo, tanto en defensa como en ataque, mantuvo al equipo en el partido hasta los últimos minutos.

Fue entonces cuando la veteranía del CB Móstoles se hizo notar. Con sangre fría y una lectura más pausada del juego, supieron gestionar mejor las posesiones decisivas y cerraron el partido a su favor. Nuestros jugadores, pese al esfuerzo titánico, se vieron superados por pequeños detalles que marcan la diferencia en este tipo de citas.

En el partido por el tercer y cuarto puesto, el equipo se midió a Alameda de Osuna, un rival siempre competitivo. El desgaste físico y emocional del día anterior pasó factura, y los nuestros tardaron en encontrar su sitio en el partido. El inicio fue complicado, con pérdidas y poca efectividad de cara al aro, lo que permitió a Alameda abrir una brecha temprana.

Aunque hubo intentos de remontada y momentos de buen baloncesto, el rival supo manejar su ventaja con solvencia y no dio margen para soñar con una victoria. El bronce se escapó, pero el esfuerzo hasta el final fue digno de aplauso.

Más allá del resultado final, lo que debe celebrarse es el camino recorrido. Este cuarto puesto no es fruto de la casualidad, sino de un proceso de trabajo a largo plazo que se viene gestando desde la base. Este equipo está formado en su mayoría por jugadores formados en la casa, que han crecido en el club y que representan a la perfección los valores de compromiso, trabajo y amor por el baloncesto.

La temporada ha sido brillante. Se ha competido de tú a tú con equipos con mayor experiencia, se ha demostrado carácter en partidos claves y, sobre todo, se ha dejado claro que este proyecto tiene futuro. Los cimientos están bien puestos y la progresión de estos jugadores es la mejor garantía de que llegarán nuevas alegrías.

Este cuarto puesto debe saberse valorar como lo que realmente es: un éxito. Porque se ha luchado, se ha crecido y se ha demostrado que con trabajo y humildad, se puede competir al más alto nivel. Felicitaciones a todo el equipo, cuerpo técnico y afición. El futuro es prometedor y esto es solo el comienzo.