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La temporada se queda corta

  CBJA 55 – 29 FUENLABRADA


Muchas veces en la vida pensamos qué habría pasado con tal o cual cosa de tener un poco más de tiempo. El tic tac del reloj es imparable y no siempre su discurrir natural coincide con los espacios que necesitamos para cumplir con nuestras misiones.  Visto lo visto, a los Minirraptors les ha sucedido exactamente eso: les ha llegado su momento de eclosión justo cuando la hoja del calendario regular estaba presta a caer. Dos semanas más, dos jornadas más, dos partidos más…


Nos ha faltado que la carrera tuviera algunos metros de añadido para que se hubiera confirmado en las estadísticas lo que se ha certificado ante nuestros ojos, el momento dulce de juego que se estaba gestando y que vamos a disfrutar en la recta final por mucho que no se traduzca en letras doradas. El premio de ver a los chicos disfrutar conscientes de que su evolución como grupo es un hecho, no tiene precio. Los resultados que las últimas jornadas confirman el potencial de los equipos con los que coincidimos en la fase inicial. Los tres que coronaron la tabla han logrado el acceso a los cuartos demostrando que el grupo de clasificación era una bomba de relojería.


De hecho, se compitió de forma notable, al menos, contra dos de ellos (los terrenales).

Ahora, los chicos tienen la posibilidad de despedir la temporada con buen juego y con sonrisas y parecen empeñados en que así sea. Visitaba el pabellón morado el Fuenlabrada, cantera de club ACB, un rival de tradición que examinaba el buen momento de los chicos de Iker y Carlos. No se falló.


El rendimiento sigue en ebullición, atentos a las líneas de pase en defensa para provocar recuperaciones y canastas fáciles, móviles en ataque para ofrecer soluciones al poseedor del balón, seguros. La confianza se ha disparado en los chicos, conscientes de que son capaces de hacer muchas más cosas que hace meses, que su técnica se ha ido depurando y que su físico les permite aventuras que antes les costaba imaginar.


A veces, ese tipo de iniciativas les impide encontrar la mejor solución o les lleva a buscar caminos complicados cuando este deporte tiene, como sustrato de todo, la sencillez y el equilibrio. Sin embargo, aprender a extender sus límites es productivo cuando estás en este periodo de aprendizaje. Después de un primer parcial positivo y un segundo algo peor, los chicos se aplicaron en una segunda parte fabulosa en la que se divirtieron más allá de la victoria final. Está a punto de sonar el timbre de fin de clase y a todos les va a saber a poco

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