CBJA ALCALÁ
COOLTURA DE CLUB
Toque de atención
Con el acceso al play-in asegurado, recibes al colista del grupo. Juegas ante tu público con la inercia de lo conseguido recientemente marcando viento a favor. Cuentas con el choque de ida como prueba de que no será sencillo, de que cualquier partido debe jugarse con el máximo esfuerzo y el mayor interés colectivo. Con todo a favor, el Juande cayó ante Arganzuela para demostrar que todos los encuentros son complicados. Ahora, con los letreros luminosos encendidos a tope de potencia, solo queda un partido con margen de derrota sin caída. Después de la última jornada será tiempo de duelos en O.K. Corral: sólo uno seguirá de pie. Mejor perder ahora que hacerlo entonces.
Foto publicada por FBM ( Rocío Benitez)
El partido resultó igualado desde el inicio pero, dentro de ese equilibrio, el Tornado tuvo dos momentos en que pudo encarrilar la victoria que no llegó. El primero, gracias a un parcial favorable de 9-0 en los últimos dos minutos y medio del primer cuarto que permitieron a los morados colocarse ocho arriba. El segundo, cuando se alcanzó la máxima diferencia del partido, once arriba, a un minuto y medio del descanso. En ambos casos no se consiguió romper el partido y el rival lo aprovechó para mantener sus opciones y firmar su triunfo final.
Salir de los vestuarios tras el descanso con una ventaja de siete puntos y cometer cuatro malos ataques consecutivos con una mala selección y tres pérdidas indica una bajada de tensión durante esos minutos de inactividad. Si los chicos no son capaces de enfocar cada minuto con la misma intensidad y concentración se reducen las opciones de ganar cualquier partido y eso se elevará a la enésima potencia cuando se pisen eliminatorias a todo o nada en un par de semanas. Si se comenten más de veinte pérdidas, si el camino pasa a ser una aventura de jugadores más que de equipo, si no se defiende cada acción como si fuera la última resultará complicado encontrar la luz cuando en frente haya bosques de sequoyas.
Foto publicada por FBM ( Rocío Benitez)
El tercer cuarto estuvo repleto de precipitación y acabó resultando imposible recobrar el pulso al choque.
El Juande siguió con opciones a pesar del 9-19 se esos diez minutos y estuvo a tiro de canasta hasta la última jugada pero, igual que otros finales se han decantado últimamente de color morado, esta vez no fue así. La derrota debe servir como un toque de atención a tiempo, como otro paso más de aprendizaje y mejora, otra oportunidad para reflexionar. En dos semanas no habrá vuelta atrás.